Casa OM1 fue concebida como una solución que equilibra dos conceptos diferentes. Inicialmente, existía la necesidad de crear un espacio donde las actividades modernas como la intimidad o el ocio fueran suficientes. Otro requisito era que la casa tuviera una estética antigua donde la madera y la piedra fueran los principales materiales utilizados.

Las condiciones de la parcela eran peculiares, tenía una pendiente pronunciada que culminaba en acantilados de varios metros de altura. Fue construido un nivel por debajo del nivel de la calle y la entrada fue diseñada como una escalera que pasa del ruido de la calle a la tranquila belleza de la casa que se revela lentamente a medida que uno camina hacia abajo.

Fue diseñado para estar en constante contacto con la naturaleza, con dos patios y un jardín que permiten a los usuarios estar rodeados de naturaleza. El primer patio se ubica a lo largo de la escalera de entrada; el segundo y más importante es un patio situado en el centro de la casa, funciona como núcleo que unifica la planta baja con el segundo piso. Este patio central está repleto de vegetación, alrededor de él gira naturalmente el resto de la casa: sala, comedor y cocina; estos espacios se conectan con el patio trasero también lleno de vegetación, un deck y una piscina.

La casa OM1 se construyó sobre una base de piedra cobriza traída de Chapala, Jalisco, que ayuda a crear una estética antigua y realza la sensación de pesadez en la casa que recuerda a pisar la arena. El segundo piso está rodeado de ventanas que permiten a los usuarios disfrutar de las vistas del patio trasero y los acantilados. La presencia de la naturaleza es evidente en todos los espacios, incluso en los más íntimos, dando una sensación de protección, confort y relajación. El acabado de madera oscura y las paredes de ladrillo ayudan a reforzar la sensación de calidez dentro de la casa.